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Mensajeros por la Dignidad,
que Cruzan la Frontera Mensajeros por la Dignidad de Un Pueblo Dividido
por la Frontera La Carrera de los Mensajeros por la Dignidad de nuestro pueblo dividido por la frontera, termina hoy un tramo muy importante y una misión muy valiosa: escuchar el clamor del pueblo que espera que esta frontera se abra, para que puedan reunificarse tantas familias que después de 17 años, para algunos, de sólo hablarse por teléfono, ya casi se han olvidado del rostro de sus seres queridos del otro lado de la frontera, y ayudar para que no se muera la esperanza de que la legalización de los inmigrantes en los Estados Unidos, confirme que nuestro pueblo tiene que ser ya un Pueblo Sin Fronteras. Los corredores que han tomado turnos para llevar la Antorcha, en 1290 millas (2076 Kilómetros), por mas de 27 pueblos y ciudades, en 9 estados de la República Mexicana, han formado una cadena humana de solidaridad y han acumulado cientos de mensajes de los hijos, las esposas, los padre y madres de familias que esperan el día que se abra esta frontera para dejar de sentirse cautivos en tierra extraña y hasta en su propia tierra. Han sentido el apoyo de hombres y mujeres pobres, y de organizaciones, Obispos, Sacerdotes, Gobernadores, y hoy están listos para iniciar la carrera en los Estados Unidos. Esta noche recordamos a esos migrantes, que esta noche están cruzando y los que ya se fueron antes a luchar por su dignidad y la de sus familiares, a los Estados Unidos. A esos que envían 14.5 mil millones de dólares a nuestro país, casi el doble del dinero que llega por Turismo. A esos adolescentes, y jóvenes, hombres y mujeres, que con sus dólares ganados en trabajos duros y largas jornadas, que mantienen fuerte la economía de los Estados Unidos y México, y que han cruzado la frontera en una noche como, hoy, con los mismos riesgos de todos los días, amenazados por el sol, la lluvia, el calor, el frío, el río, los barrancos, por los cholos, por policías y judiciales de México que les dan su último baje, por algunos oficiales de inmigración de los Estados Unidos, por los cazadores de migrantes, y hasta por los mismos coyotes. A ellos, a esos mensajeros queremos recordar hoy, y a ellos dedicamos este cruce simbólico. Recordamos como cada migrante siente cercana a la Virgen de Guadalupe, y como Juan Diego se siente seguro de ir a tierras extrañas si va con la bendición de la Virgen. Esta noche es otra más de cientos de mensajeros por la dignidad que esperan que la legalización, termine con los riesgos del cruce de la frontera y el sufrimiento de las familias y de nuestro pueblo dividido. Esperamos que esta Carrera Antorcha Guadalupana México- New York, organizada por la Asociación Tepeyac de New York, recoja muchas firmas en toda la costa Este de los Estados Unidos, y lleve el mensaje al Congresos de los Estados Unidos, de que es URGENTE la legalización de los más de 11 millones de inmigrantes de todas las nacionalidades que viven el mismo cautiverio, que los 6 millones de Mexicanos que viven indocumentados en los Estados Unidos. Esperamos que también los Diputados Federales, representantes de todos los partidos, lleven a la Cámara de Diputados y a la de Senadores, y al Ejecutivo de México el mensaje de que las organizaciones de inmigrantes en Estados Unidos, como Asociación Tepeyac, requerimos su apoyo y cabildeo para que esta legalización se haga posible antes de las elecciones del 2004, por la Iniciativa de Ley llamada Acta de Mejoramiento de la Seguridad Fronteriza y la Inmigración (HR 2899), que más se ajusta a las demandas de los que han emigrado, de sus familias, y de los que están pensando emigrar. Aplaudimos a todos los legisladores que han hecho posible que aquellos que han conseguido una ciudadanía extranjera no se sientan despojados de la ciudadanía de su país de origen. Esperamos que ese cambio en las leyes, y el derecho al voto en el Extranjero y a tener representación en el gobierno de nuestro país, vaya encaminándose a conseguir tanto el Derecho a la Movilidad Humana, como el derecho a ser un Pueblo Sin Fronteras. La globalización no sólo debe privilegiar a las corporaciones que tienen los capitales, sino también a los trabajadores que tienen derecho a trabajar legalmente y con dignidad en cualquier lugar del mundo donde haya oferta de trabajo. Los Mensajeros en esta carrera quieren llegar con nuestras firmas al Congreso de los Estados Unidos el día 8 de Diciembre. Esperamos que todo el esfuerzo de más de 5,000 corredores, que tomaran su turno en estos 60 días desde la ciudad de México hasta la Ciudad de New York, traiga consecuencias positivas para ambos países, frutos de organización entre los pueblos y ciudades visitadas, y mayor conciencia en los ciudadanos y gobernantes de ambos países, del futuro mejor que nos espera si hay mayor justicia para los migrantes de todos los pueblos del mundo. Así que los que faltan de firmar, todavía puedan hacerlo ahora... antes de que los mensajeros crucen la frontera. Y que la Virgen de Guadalupe, bendiga a todos los que nos han apoyado ya, y los que nos apoyaran en el trayecto que nos falta, y a los que nos reciben hoy, como el Sr. Obispo Chagolla, el Párroco José Robledo, y Padre Chema, de la Catedral de esta Diócesis de Matamoros, a los jóvenes de la Pastoral de Estudiantes, y las Colombinas, a todos los feligreses de aquí, a los diputados que han venido a apoyar esta causa, para todos pedimos la bendición de la Virgen de Guadalupe y de San Juan Diego, para los miembros del Staff de Asociación Tepeyac que seguirán todos estos días recorriendo los pueblos y ciudades, y para todos los corredores que han aceptado, compartir esta tarea de ser los Mensajeros por la Dignidad de un Pueblo Dividido por la Frontera Joel Magallán, SJ
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