Marcha a EU la Antorcha Guadalupana

2003-10-13 Diario de México

Inicia su larga travesía Antorcha Guadalupana

Patricia Sandoval Vargas

Después de recibir la bendición en la Basílica de Guadalupe y someterse a una purificación mexica en el Templo Mayor, la Antorcha Guadalupana inició ayer su travesía de 60 días hacia la ciudad de Nueva York, para llevar un mensaje de esperanza y solidaridad a los inmigrantes mexicanos que viven en Estados Unidos, particularmente a los 11 millones de indocumentados que ven violados sus derechos humanos y laborales en aquel país.

Los más de cien corredores, el padre jesuíta Joel Magallanes, director de la Asociación Tepeyac de Nueva York, organizadora del evento, y demás participantes, llegaron a la Basílica a las 7 de la mañana para escuchar la misa que concelebraron los obispos Diego Monrroy, rector del templo mexicano y Josua Iriondo, obispo de Nueva York.

El cantante del TRI, Alex Lora, también llegó puntual a la Basílica y al término de la ceremonia religiosa dedicó una canción a la virgen de Guadalupe y a los inmigrantes mexicanos que constantemente padecen la violación de sus derechos humanos y laborales en estados Unidos, además de exponerse a un sinnúmero de peligros en su camino a la Unión Americana.

A las 8 en punto de la mañana, los obispos católicos rociaron el agua bendita sobre la antorcha y los cuadros de la virgen de Guadalupe y San Juan Diego. Alex Lora recibió la llama encendida y la entregó a Rosario Iglesias Rosas, una mujer de 75 años que fue corredora.

A paso lento, pero entusiasta por ser la primera en llevar la luz que llegará a los connacionales que residen legal o ilegalmente en Estados Unidos, Chayito camino unos cuantos metros y en el patio de la Basílica entregó la antorcha a otra corredora, una mujer que hace 15 años no sabe nada de su esposo que se fue de mojado.

Entonces se realizó la primer ceremonia mexica; un grupo de danzantes bailó y con copas de incienso se dirigieron a los cuatro puntos cardinales para desear suerte en esta travesía.

En unos cuantos minutos alrededor de 13 corredores tomaron sus lugares en calzada de Los Misterios para partir hacia el Monumento a la Revolución, mientras que algunas patrullas de la policía capitalina realizaban cortes a la circulación hasta Reforma y Bucareli, para proteger a los participantes en la carrera.

Con la tea encendida, sudorosos y cansados, los jóvenes llegaron al Monumento a la Revolución, en donde los esperaban representantes de diversas organizaciones, entre ellas BraceroProa y Cáritas Derechos Humanos.

Ahí, en representación del jefe de Gobierno del Distrito Federal, Andrés Manuel López Obrador, el secretario de gobierno capitalino, Alejandro Encinas, entregó una bandera de México, la cual llevarán junto con el estandarte de la virgen de Guadalupe y la Antorcha Guadalupana hasta la Catedral de San Patricio.

El funcionario capitalino pidió a los corredores que porten con orgullo el Lábaro Patrio y lleven un mensaje de fraternidad a los inmigrantes mexicanos. “Díganles que estén convencidos que el Gobierno del Distrito Federal respaldará plenamente todas las iniciativas que busquen garantizar y proteger los derechos humanos y laborales de los migrantes”.

Durante el acto, al que acudieron diputados perredistas, Dioni Anguiano, directora del Instituto del Deporte del DF y el rector de la Universidad Iberoamericana, Enrique González Torres, se ofrecieron diversos bailes típicos de Puebla y Tamaulipas, estados significativos para el fenómeno de la migración, uno por ser gran generador de braceros y otro por ser paso obligado a la Unión Americana.

Una vez más los corredores, esta vez estudiantes de la Universidad Iberoamericana, salieron llevando la Antorcha encendida hasta el Zócalo capitalino.

Al llegar a la plancha del Zócalo y ante el asombro de cientos de personas que cada domingo pasean por el primer cuadro de la ciudad, la Antorcha fue llevada a un costado del Templo Mayor para iniciar una ceremonia de purificación mexica.

En medio de una ofrenda con flores, frutas, pieles de animales y el peculiar olor del incienso y el copal, un grupo de danzantes ataviados con penachos multicolores y vistosos trajes mexicas, rodearon al portador de la Antorcha e iniciaron el ritual ancestral.

Al ritmo de los tambores y el singular sonido de los caracoles, girando hacia los cuatro puntos del hemisferio, se realizó la “limpia” de la Antorcha y los corredores que la portarán hasta el Estado de México.

A las 12:20 horas, alrededor de 20 jóvenes misioneros del Seminario Juan Bautista Scalabrino, iniciaron la carrera de la Antorcha hacia ciudad Nezahualcóyotl, para después partir a Chalco, en donde pasarían la noche. Hoy continúan su recorrido por ciudades mexicanas para cruzar la frontera el 5 de noviembre.