Comunicado de Prensa/Septiembre 11 de 2001

Esta mañana, las oficinas de la Asociación Tepeyac de New York, amanecieron mucho más ocupadas, por múltiples llámadas telefónicas de emergencia. Esta vez las llamadas no fueron para reportar una redada de inmigración, o denunciar a un patrón que no quiere pagar, o un abogado estafador, etc., sino para solicitar información de cómo localizar a sus familiares, amigos, vecinos, o simplemente paisanos Mexicanos que trabajaban en las Torres Gemelas o sus alrededores.

Como a las 8:45 AM comenzaron las noticias en la TV y en la radio, y un poco después comenzaron las llamadas telefónicas. Los miembros del Staff de esta red de 40 organizaciones Mexicanas en los 5 condados de la ciudad de New York comenzaron a llegar con la noticia y a llamar a las familias de aquellos que ciertamente trabajaban en el World Trade Center. Varios de ellos llegaron muy tarde debido que se paralizó el servicio de transporte público.

Algunos miembros del Staff estuvieron al pendiente de las noticias de la radio y la TV, otros fueron a acercarse lo más que pudieron al lugar de los hechos, otros se mantuvieron contestando los teléfonos, y otros tomaron fotografías desde el techo del edificio de la Asociación que queda a unas 28 cuadras pequeñas del World Trade Center.

Como a las 11 de la mañana comenzaron a llegar algunos de los líderes de la Asociación Tepeyac que trabajaban en el World Trade Center o en sus alrededores. Todos estuvieron llamando a sus casas para reportarse a sus afligidos familiares, vecinos, o amigos paisanos.

Entre los que llegaron a reportarse estuvo Arnulfo Chino Rojas, un Mexicano de Atlixco, Puebla, uno de los maestros del Ballet Mexicano de la Asociación Tepeyac que ha trabajado casi todo el tiempo como mesero en el Worl Trade Center. Su esposa Silvia Marin ya había llamado a la oficina para reportarnos que su esposo estaba en las Torres. El maestro Chino fue uno de los Mexicanos que viven para contar la trajedia del World Trade Center. Chino llegó como un fantasma, mudo de tristeza, dolor, susto y blanco por el polvo. Y nos dijo que estaba contento de estar vivo, pero con la tristeza por los miles de personas que murieron atrapados en las Torres Gemelas, entre ellos unos cientos de Mexicanos. Chino caminó por los alrededores de las Torres sin acabar de saber lo que estaba pasando, fue y compró una cámara desechable y comenzó a tomar Fotografías de las torres que se estaban incendiando, y de algunos pedazos de cuerpos humanos que cayeron desde los aviones. Pudo seguirlo haciendo hasta que comenzó el ruido ensordecedor de la caida de la primera de las Torres, después cayó la segunda.

Después llegó Isaac, Germán, Roberto, Jannet, Aurora, y así se reportaron muchos, personalmente o por teléfono. Todos buscando la manera de informar a sus familiares que estaban bien, a pesar de haber estado trabajando cerca del área afectada. Hubo Mexicanos que trabajaron en el World Trade Center y no han vivido para reportarse, otros ya se reportaron y están fuera de sus casas, dado que por falta de transporte público no lograron llegar a sus barrios.

Los miembros del Staff decidieron comenzar a llamar a los demás dirigentes de las organizaciones Mexicanas barriales para encargarles que reportaran por la tarde o noche, a aquellos Mexicanos que ya no regresaron a sus casas. Todavía no se puede saber quienes estan en los hospitales y quienes quedaron atrapados en los escombros de lo que fueron las Torres Gemelas.

No todos los Mexicanos que quedaron bajo los escombros tienen familiares, parientes o vecinos que los puedan reportar. El 50% de la población Mexicana, inmigrante en New York son jóvenes solteros, cuyos padres y familiares están en México y viven solos en la ciudad de New York.

Ya se están recibiendo las primeras llamadas de los Mexicanos que no han regresado, que todavía no se sabe si están en un hospital o bajo los escombros. Por ejemplo, Antonio Javier, de 23 años, originario de Santa Inés Ahuatempa, Puebla, quien desde un año llegó a New York y hace 6 meses comenzó a trabajar como cocinero en el piso 107 de una de las Torres Gemelas. Betty Barragán tiene la esperanza de que su hijito de 4 años todavía tenga a su padre vivo, y que lo pueda encontrar en algún hospital muy pronto. Aunque Antonio no tiene la Residencia Permanente legal para trabajar en los Estados Unidos, sus patrones le habían conseguido una idenficación oficial, como a Arnulfo Chino, para poder pasar todas las medidas de seguridad que tenía el World Trade Center para que sus empleados pudieran entrar y salir.

En este ataque volvemos a ver que "pagan justos por pecadores". Esperamos que el Gobierno y empresarios Estadounidenses escuchen a los portavoces en los distintos foros y protestas internacionales del mundo que le reclaman por la implementación del voraz neoliberalismo, por la explotación de tantos paises del tercer mundo, que se ven afectadas por sus políticas económicas globalizadoras tan inhumanas. Ojalá que el Presidente Fox, no sea fiel servidor de los Estados Unidos, y modelo de Presidente que implemente las mismas políticas neoliberales en todo America Latina, y que no insista en convertir en sus planes, a los Mexicanos que ya viven en los Estados Unidos, en sólo Trabajadores Visitantes, o esclavos legalizados, en lugar de dejarles que luchen por su Residencia Permanente.

Mañana Miércoles, los 300 líderes Mexicanos inmigrantes de la Asociación Tepeyac de New York, volverán a sus luchas por sobrevivir, estarán alertas para apoyar y buscar la solidaridad de todas aquellas personas de buena voluntad dispuestas a apoyar a las víctimas de este atentado y a sus familiares directos que dejan. Ayudarán a Betty a buscar a Antonio, y a otros como Carlos, Quirino, Nicolas, Antonio, Tomas, etc. Este ataque contra este Centro Capitalista del mundo, y los otros al Pentagono y Departamento de Estado, ojala que sean llamadas de atención al gobierno y empresarios Estadounidenses para que escuchen el clamor del mundo.

Responsable /Joel Magallan, SJ

Director Ejecutivo de la Asociación Tepeyac de New York