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El Observador / REPORTAJES ESPECIALES
Al día de hoy, casi 36 millones de personas que habitan Estados Unidos son
de origen iberoamericano. Con ello, Estados Unidos es la quinta nación
hispana más grande del mundo. Y va en aumento. Desde 1990, la población
hispana en el gigante del Norte creció 57%; es decir, en tan sólo 12 años
se duplicó el número de hispanoparlantes viviendo allende el Río Bravo. De
ese gran total de incremento, 53% es de origen mexicano.
Una carrera desde hace cuatro años
Los mexicanos forman el 58% de la población hispana en Estados Unidos (unos
23 millones de personas) y, de acuerdo con los sondeos realizados por
diversas asociaciones de ayuda, son los que más sentimiento de pertenencia
muestran con su país de origen, es decir, con México. Por ello es muy
importante conservar sus rasgos de identidad.
Nada los une más que la Virgen de Guadalupe. Por ello, la organización más
grande en la ciudad de Nueva York, que es el lugar donde crece más
rápidamente la población mexicana, la
Asociación Tepeyac de Nueva York de ayuda a la comunidad inmigrante,
organiza desde hace 4 años, la carrera
Antorcha Guadalupana.
En esta ocasión será una carrera internacional que irá desde la basílica
de Guadalupe hasta el corazón de la Gran Manzana, que es la catedral de
San Patricio.
Se trata —según han relatado los directivos de la Asociación Tepeyac— de
que el cruce de fronteras entre México y Estados Unidos se convierta en el
cruce de la esperanza, a partir de la luz emanada por la Reina de toda
América: la santísima Virgen de Guadalupe.
La ciudad de Nueva York contempla un crecimiento acelerado de población
latina. Tras de las comunidades puertorriqueña y la dominicana, sigue la
comunidad mexicana, con medio millón de paisanos nuestros establecidos en
la ciudad y su enorme área metropolitana. Los acontecimientos del 11 de
septiembre de 2001 reflejaron, a las claras, la composición multiétnica de
la llamada “Babel de hierro”. En el ataque murieron muchos latinos, entre
ellos 17 mexicanos registrados (otros, como eran “ilegales”, nadie pudo
saber de su muerte).
El papel que jugaron —en su defensa como seres humanos y como víctimas—
organizaciones como la Asociación Tepeyac fue determinante para obtener un
status igualitario en las indemnizaciones a sus familias y a sus deudos.
En medio del humo y del terror, Tepeyac supo infundir el espíritu católico
a los inmigrantes para ayudarles a superar el trauma de vivir anónimos en
un país, en una ciudad, que los necesita y los rehuye al mismo tiempo.
Esta Asociación actualmente alcanza a 10 mil mexicanos en la zona. Su
labor es eminente: integrar a los mexicanos en su historia, en su fe, en
su pasado y en su presente. No obstante las condiciones de vida les sean
adversas, hay una antorcha de esperanza en la fe y en la identidad
guadalupana.
La carrera del 2002
Este año la Asociación Tepeyac organiza el Maratón Internacional Antorcha
Guadalupana como símbolo de unión familiar, comunicación y fortalecimiento
de la herencia mexicana a través de las fronteras. Como un signo de
diferencia, y tras los acontecimientos del 11 de septiembre y el
sellamiento de la frontera por el gobierno estadounidense, la carrera que
corrían 3 mil maratonistas locales desde la Quinta Avenida hasta la Union
Square, y desde ahí a sus comunidades cargando antorchas como símbolo de
fe, cambia y se vuelve internacional.
Las fechas
La Antorcha Guadalupana saldrá desde la Basílica de Guadalupe de la Ciudad
de México el 29 de octubre de 2002, a las 11 de la mañana (tras una misa
de despedida del cardenal Rivera Carrera); cruzará la frontera por
Matamoros el 6 de noviembre a las 8 de la noche y llegará a la catedral de
San Patricio el mismo 12 de diciembre de 2002 a las 10 de la mañana, con
una Misa celebrada por el cardenal Egan. La primera en portar la antorcha
será la extraordinaria atleta Ana Gabriela Guevara.
Como parte de la cobertura periodística, diversas empresas mexicanas y
estadounidenses, entre ellas EL OBSERVADOR, darán seguimiento puntual de
este acontecimiento histórico. Nunca antes se había producido un evento
deportivo y humanitario de esta naturaleza en los muchos años de tensa
relación entre México y Estados Unidos; entre los hispanos y los
norteamericanos. Cuando la Virgen de Guadalupe sea antorcha de unión,
habrá entendimiento, piensan los organizadores.
Entre ambos países, México y Estados Unidos, las creencias culturales y
tradiciones se mantienen vivas en los mexicanos y sus familias. Parte de
esta tradición es la Virgen de Guadalupe. El 12 de diciembre, implantado
por el papa Juan Pablo II como fiesta de toda América, puede ser, a partir
de este 2002, el día de la fe en un continente en el que la huella del
cristianismo es, sin más, la huella de la esperanza.
EL OBSERVADOR 379-1
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Alex Lora de El Tri
Estara
Presente Cantando el 29 de Octubre del 2002, despues de la Misa en la
Basilica de Guadalupe a las 9:00 Am, antes de Iniciar la Carrera de la
Antorcha Guadalupana 2002 México New York
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